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viernes, 1 de abril de 2011

Impresiones sobre la manifestación contra Gallardón (Callao-Palacio de Cibeles)

Ayer en Madrid, a las 19 horas, vecinos y trabajadores de Madrid nos concentramos y manifestamos contra las actuaciones de nuestro alcalde Alberto Ruiz Gallardón.

Contra mi pronóstico, acostumbrada a que no asista mucha gente a este tipo de eventos y menos en un día laborable y a esa hora, cuando la gente todavía está trabajando o acaba de salir del tajo, me encontré con una amplísima concentración de personas, armadas con pancartas, globos, octavillas y pegatinas, encabezadas por un muñeco gigante de un vampiro con la cabeza del alcalde, que por cierto, era idéntico.

La protesta se centraba en la gestión económica del alcalde: aumento de tasas e impuestos (y nacimiento de otros nuevos, que proliferan como setas, como el “basurazo”); colocación de parquímetros en zonas que ni de broma lo necesitan, despilfarro en la construcción de ese cuestionable túnel de la M-30, abandono de ciertos barrios de Madrid respecto a sus servicios sociales, recorte de personal en sectores como bomberos, limpieza urbana, limpieza en colegios, expolio de zonas verdes y aumento de la contaminación, “regalos” traducidos en puestos de confianza o libre designación a personas determinadas que cobran sueldos desorbitados y aumento de altos cargos en los últimos años, endeudamiento progresivo; despilfarro en el acondicionamiento de la nueva sede del Ayuntamiento, el Palacio de Cibeles (o Cí-debes, como rezaba alguna pancarta), que pagaremos los madrileños… entre otras cosas.

Sobradas razones nos llevaron a la calle. Fue una manifestación convocada, además y por fin, por la gente de a pie, sin partidos políticos ni sindicatos de por medio. Ahí estaban las asociaciones de vecinos, los colectivos de bomberos, de limpieza urbana, de colegios, centros sociales, casas okupa…

Fue un éxito. Hubo gente que con gaitas y cajas tocó jotas por el camino mientras algunos bailaban, se tiraron al aire billetes de 100 y 500 euros con la cara de Gallardón, se repartieron globos…

De Callao caminamos por Preciados hasta llegar a Sol, luego tomamos la calle de Alcalá, hasta llegar a la Cibeles, donde enfrente nos esperaba el Palacio.

Allí se leyó el manifiesto, se cantó un chotis, el de “Madrid, Madrid, Madrid…” con una letra acorde con la situación, cómica pero llena de verdades y al final todos a la vez, al grito de “Gallardón, dimisión” explotamos los globos que llevábamos.

Fue una de las mejores manifestaciones a las que he ido. Divertida pero contundente.

Madrid, a pesar de que cada vez es una ciudad más cara, de que cada vez pagamos más por el mero hecho de habitar en ella, está dejando de ser cómoda, habitable y lo que es peor, cada vez los servicios a su ciudadanía son más pobres y austeros.

Ayer dimos nuestra disconformidad, ahora toca pararlo, y todos sabemos cuál es el instrumento para ello.

Raquel Ruiz.
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4 comentarios:

  1. Gracias por tu exposición. ¡ lastima no haber podido ir. Da gusto leerlo. Lo veo a medida que lo comentas. Esta manifestación abre una puerta a la esperanza de que el pueblo se mueva. ¡ por fin empezamos a hacerlo!

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  2. Es uno de los problemas de nuestra sociedad actual! debemos recuperar las calles!!

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  3. Yo creo que tuvo mucho que ver que no hubiese sido convocada por partidos o sindicatos... ejem... Pero aunque sea por ellos, hay que moverse, es lo que nos queda.
    También que Gallardón es del PP y que mientras cuando hay huelgas y manifas contra el PSOE los de su partido se quedan en casa, con el PP todo el mundo sale (menos los de su partido, claro). No entiendo el borreguismo partidista, si yo soy de un partido pero hace las cosas mal, también protesto, no? En fin...

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  4. Genial!! a ver si empezamos a despertar, es muy importante que estas manifas se produzcan sin el amparo de partidos políticos ni sindicatos, que no tengan excusas.

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